viernes, 12 de febrero de 2010

Nazis en Alemania

Hola a todos,

En este post me gustaría compartir con vosotros las impresiones de una reunión a la que asistí la semana pasada. Me perdonáreis que no cuelgue fotos, pero la ocasión no era como para ponerme con la cámara cual turista, que bastante llevaba con ser el único que no hablaba alemán.

La reunión se convocaba por DIE LINKE (en inglés aquí) Neukoln, aunque sólo una de las tres personas que empezaron la charla era del partido. Las otras dos personas fueron: un representante de la asociación de vecinos y una representante del partido de los verdes.

El objetivo de la reunión era establecer un debate e informar sobre los nazis del barrio de Neukoln, y de toda Alemania en general. Porque en Alemania el partido nazi es legal, y se presenta a las elecciones.

Neukoln es la zona sur del barrio de Kreuzberg: el barrio turco por excelencia en Berlín. Está situado en el sureste de la ciudad. La zona que rodea la avenida de Alt-Moabit también es importante para los turcos, aunque yo diría que no tanto como en Kreuzberg.

El que los turcos estén concentrados en estos dos barrios se debe a que durante un buen tiempo sólo era legal para ellos vivir en dichos barrios. No hace tanto de eso, vaya.



¿Por qué el nazismo está resurgiendo en Alemania?
. Estamos hablando de un país donde todavía el nombre Adolf está maldito, y donde a lo largo de la enseñanza obligatoria se estudia tres veces, en distintos cursos, el holocausto y el daño que el nazismo hizo a Alemania y al resto del mundo. Por cierto que me viene a la mente una película alemana de hace poco,
La Ola. ¿Que está pasando, entonces, para que este pueblo que tiene toda Alemania plagada de monumentos para no olvidar, no sólo lo esté haciendo, sino que además esté dando lugar a eventos como el del Sábado pasado en Dresden?.

En efecto, a partir de mediados de los 90, el capitalismo y la globalización han ido haciendo estragos en el bienestar europeo, especialmente en Francia y en Alemania. Con la crisis actual y la paulatina mudanza de todos los sectores productivos al lejano oriente, nos estamos quedando con una sociedad acostumbrada al consumo y a un respaldo amplio del estado, que va viendo como poco a poco -y no tan lentamente- va perdiendo capacidad adquisitiva en el mejor de los casos. En muchos otros, se pierde el puesto de trabajo, y con ello el prestigio social cae en picado.

Aquí está el caldo de cultivo, la principal fuente de los nazis. En concreto, y ésta es la idea principal, que a mí me ha sorprendido mucho, es que los nazis llegan a esas partes, a esos momentos, de la sociedad en los que el estado debería estar, pero de hecho no es así.



De esta forma, los militantes del NPD van a las manifestaciones del 1 de Mayo, a las en contra de la guerra de Irak (porque Alemania es un país muy grande para ser los limpiabotas de los yankis). Van mas allá: son bomberos voluntarios, asistentes médicos y sociales voluntarios...y entonces llega la reflexión: "Pues estos chicos no son tan malos. Porque dicen que son nazis, pero son los únicos que han arrimado el hombro en mi barrio".

Organizan talleres de formación profesional para los parados. Equipos de fútbol para que los niños no pasen la tarde en la calle. E incluso campamentos para los fines de semana. Hubo una vez que hicieron un campamento abiertamente nazi, y fueron detenidos. Pero la gran mayoría de las veces son mas listos. Tienen a los niños paseando por la naturaleza, les enseñan a pasear por el bosque, hacer un refugio...y pasan el día haciendo deporte o jugando.

Y luego, llega la noche, y la reunión al lado del fuego. Todo el mundo habla, pero los monitores dirigen la conversación, y es cuando salen las historias del padre de familia alemán del barrio, que tuvo que cerrar su bar porque dos turcos pusieron kebabs, o que cerró su tienda porque un chino abrió una en su calle. Y así sigue la cosa...¿quién es el único que va a mirar por vosotros?. La respuesta está clara en ese momento.

Los militantes nazis también hacen activismo. El hombre que venía de parte de la asociación de vecinos, de padres turcos pero nacido en Alemania, relataba como sus hijas tenían miedo de estar paradas en un escaparate o tomando algo en la parte de fuera de una cafetería. En el mejor de los casos, simplemente insultos a voces en la calle. La mujer del partido de los Verdes interrumpe para decir que ya quemaron la sede del partido hace poco. El relato prosigue, y con una tristeza que incluso yo, que no hablo su idioma, podía percibir, este señor nos cuenta como un grupo de nazis le pegaban a un inmigrante en un autobús lleno de gente, y sólo una persona intentó ayudarle.

También comenta el racismo del día a día, del que todos formamos parte. Como uno de sus hijos, que nació aquí, estudió Derecho aquí, y cuando fué a buscar trabajo en la oficina le dijeron "oye, pues tienes buen alemán".

El Julio pasado los nazis se manifestaban por el barrio, y los inmigrantes tuvieron miedo ese día de salir a la calle: ésa es su fuerza. Todo el mundo reclamaba ser más activos, hacer manifestaciones cada semana de repulsa a los nazis, para que quedase claro que no son tan fuertes como se piensan. Sus manifestaciones, como la que intentaron en Dresden el Sábado, son las que les dan confianza, les hacen sentirse grandes.

No hay libertad para los enemigos de la libertad, me decía Silke. La gente en la reunión está harta de los nazis, no quieren tener que escuchar cómo alguien rebuzna abiertamente en contra de la democracia.

Pero la situación da miedo. Hubo 5.000 nazis en Dresden. Y de hecho, en Sajonia, su región fuerte, obtuvieron un 5.6 % de votos para el parlamento regional. Que es muchísimo, un partido que en sus comunicados y sus estatutos niega el régimen democrático y la posibilidad de la existencia para inmigrantes y homosexuales, entre otros colectivos.

Mi opinión es que no es legítimo que esta gente esté dentro del juego. No me parece que tengan derecho a expresarse, y que ésas son sus ideas y pueden decirlas dentro de un marco.

No me parece legítimo que alguien pueda subirse a un estrado y afirmar que todos los maridos deberían pegar a sus mujeres. O que todo el que no vaya a la iglesia debería ser encarcelado.

De igual forma, no considero legítimo que se manifiesten, que afirmen que todos los turcos deberían estar fuera de Alemania, y no viajando en avión precisamente. Que afirmen que existe una moral -la suya- y toda discusión posible sea con las 4 paredes de una celda.

No hay libertad para los enemigos de la libertad.